Diciembre es un mes festivo, de unión, solidaridad, amor y esperanza. Celebramos la Navidad y el Año Nuevo: ocasiones perfectas para reencontrarnos con nosotros mismos y nuestros seres queridos.
Cuando se acerca diciembre empezamos a sentir el alma festiva. Nos rodea un ambiente cálido y alegre. Las luces y los colores toman protagonismo en los espacios que habitamos.
Este último mes del año es perfecto para reflexionar sobre lo que hemos hecho durante los meses anteriores y plantearnos nuevos propósitos y metas. Aprovechamos estas fechas para reencontrarnos con aquellos a quienes no veíamos desde hace mucho tiempo.
A pesar de que diciembre es un mes agitado, el Hontanar tiene muy claro que este es un periodo propicio para el enriquecimiento espiritual de la comunidad, para disfrutar en familia y poner toda su capacidad al servicio de las personas que más lo necesitan.
También, a inicios del mes, festejamos a la Carita de Dios con banda de pueblo y diferentes actos como la representación de personajes tradicionales de la ciudad y la dramatización de leyendas urbanas. Estos programas rescatan las tradiciones quiteñas e incentivan en nuestra comunidad el sentido de pertenencia y amor a la ciudad.
Celebramos la Navidad con el rezo de la novena y el canto de villancicos preparados por los diferentes cursos. Realizamos, además, nuestra tradicional velada navideña con una variada presentación de números artísticos. En esta velada participa toda la comunidad y se convierte en una maravillosa noche familiar llena de alegría y buenos sentimientos. Pero no podemos dejar pasar la Navidad sin reunir a todo el personal en un almuerzo que viene a ser el espacio perfecto para fortalecer la solidaridad y la unidad que caracterizan a nuestro equipo de trabajo. También los transportistas reciben su homenaje en un emotivo acto de respeto y fraternidad.
El Consejo Estudiantil, por su lado y junto al DECE, hace entrega de fundas de caramelos, juguetes y ropa a las personas que más lo necesitan. Estas actividades refuerzan la formación integral que reciben los estudiantes, quienes desarrollan mayor empatía y solidaridad.
Es esencial en la filosofía del Colegio el formar estudiantes capaces de mirar el mundo de manera objetiva, generosa y sin prejuicios. Personas con valores que conozcan y estén orgullosas de sus raíces y tradiciones. Seres humanos que comprendan su razón de ser en este mundo, es decir, prepararse para servir a los demás con el corazón y hacer las cosas con integridad, pasión, entrega y excelencia.